jueves, 5 de marzo de 2020

El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes

El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes


Año de publicación:2019



Aleksy aún recuerda el último verano que pasó con su madre. Han transcurrido muchos años desde entonces, pero, cuando su psiquiatra le recomienda revivir esa época como posible remedio al bloqueo artístico que está sufriendo como pintor, Aleksy no tarda en sumergirse en su memoria y vuelve a verse sacudido por las emociones que lo asediaron cuando llegaron a aquel pueblecito vacacional francés: el rencor, la tristeza, la rabia. ¿Cómo superar la desaparición de su hermana? ¿Cómo perdonar a la madre que lo rechazó? ¿Cómo enfrentarse a la enfermedad que la está consumiendo? Este es el relato de un verano de reconciliación, de tres meses en los que madre e hijo por fin bajan las armas, espoleados por la llegada de lo inevitable y por la necesidad de hacer las paces entre sí y consigo mismos.

Opinión personal 

El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes, es uno de esos libros a los que te quedas abrazado después de leer la última página. 
Me es difícil describir sólo con palabras las emociones que este libro ha permitido aflorar en mí.
El libro es una especie de terapia para todos aquellos hijos que no hemos querido a nuestras madres de manera incondicional, por el mero hecho de habernos dado la vida. En él, todos nos veremos reflejados en algún momento o en alguna situación. Al final te deja el poso de lo esencial del amor entre padres e hijos.
Alesky es un pintor con gran éxito profesional, que vive en una constante crisis personal por los difíciles acontecimientos vividos en el pasado y al que su terapeuta recomienda escribir rememorando, como parte de su terapia, los tres meses de vacaciones que vivió en un pueblecito de Francia, previos a la muerte de su madre.

Alesky se ve irremediablemente abocado a pasar unas vacaciones con su madre, enferma terminal de cáncer. Él siente un odio visceral hacia la persona de Aneta, pues su infancia fue muy compleja y él no le perdona a esta, que no se ocupase de él. 
La muerte de su hermana pequeña, el abandono del padre que no los quería y la depresión que sufre la madre por no superar la muerte de su hija, convierte a Alesky en un niño solitario y falto de afecto, en el que no tarda en aflorar la enfermedad mental.  Este pasa la mayor parte de su juventud internado en centros llenos de pastillas y vacíos de amor, que es lo único que verdaderamente necesita.

Cuando sale del centro para pasar con su madre estos últimos meses, está lleno de rencor y resentimiento hacia ella, pero aun así accede.
Son dos extraños que se marchan juntos a Francia, con muchos reproches dichos y otros silenciados entre los dos y la imagen omnipresente de la hermana muerta, que ninguno ha olvidado, ni superado.
Poco a poco, lo cotidiano y la premura de lo inevitable, hacen cambiar la mirada del joven hacia su madre. Su madre para él siempre fue fea, desproporcionada y carente de conocimientos y cultura. 
Alesky empieza a ver a una mujer cada vez más bella, paradójicamente acompasando la decrepitud que la enfermedad va ocasionando en el cuerpo de esta. Su mirada es capaz de ver la belleza y la sabiduría de esta mujer que vive  el ocaso de su vida, centrando toda su atención en sus maravillosos ojos verdes, como si los viese por primera vez.

Aquí la madre que nunca fue capaz de cuidar de su hijo, es cuidada con esmero por este, que empieza a sentir un gran desasosiego ante la llegada de lo inevitable. La madre que ahora es hija de su propio hijo y el hijo que se convierte en el padre de su propia madre. Esa es la enseñanza que la vida nos ofrece; cuidar a los padres en su ocaso, con el mismo mimo que ellos lo hicieron con nosotros, a pesar de que en algún momento nos fallaran.
Es una historia de amor incondicional. Queremos a las personas, aunque no queramos quererlas.
Lo inevitable de la muerte como parte de la vida y la naturalidad de este hecho están muy bien reflejados en las conversaciones entre los dos.
El odio, el amor, la locura, el perdón, sobre todo, el perdón,  están presentes en esta preciosa historia, así como lo inevitable de la muerte como parte inherente a la vida.
Es una historia que todos los hijos tendríamos que leer antes de la muerte de nuestra padres. Cuando todavía queda tiempo. Antes de que sea demasiado tarde. Una historia de reconciliación.




Valoración: 🔵🔵🔵 🔵🔵  (5/5)

                                                                           5 de marzo de 2020

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